¿Por qué los niños siempre tienen mocos?

Los mocos y los niños son inseparables, nos guste o no, es normal ver a un niño siempre con mocos, pero ¿Por qué siempre tienen mocos?, ¿Significa eso que están siempre malos?…

Los bebés y los niños nacen con inmunidad a los virus y bacterias propios del ambiente familiar más cercano. Es decir, tú con el parto y la lactancia ya le pasas inmunidad para numerosos virus que conviven contigo.

Después los primeros días en casa se irá poco a poco inmunizando a los virus que existen en ese ambiente y para los que él está preparado y protegido, pero…

¿Qué pasa con el resto de personas, ambientes y sitios?

Pues que para todos esos virus catarrales que hay, él aún no tiene inmunidad y su cuerpo reacciona para protegerle de ellos.

¿Cómo les protege su cuerpo?

Pues poniendo a su disposición todos los mecanismos que conoce para defenderse: mocos, fiebre, tos, vómitos y diarreas.

Como no, el más común, sencillo y primero de todos en aparecer son LOS MOCOS.

¿Qué función hacen los mocos en los niños?

Los mocos hacen de barrera protectora del cuerpo a la entrada de virus y bacterias en el organismo.

Cuando su pequeño cuerpecito detecta virus y bacterias para las que aún no ha creado inmunidad pues comienza a producir moco en un intento de que nada de eso entre dentro del cuerpo y además también hacen de función de arrastre de esos virus y bacterias hacia el exterior.

¿Por eso siempre tienen mocos?

Claro.

hay multitud de virus catarrales en el ambiente, para los que aún no está inmunizado y una de las cosas que puede hacer su cuerpo para sacar esos virus fuera o evitar que entren dentro son los mocos, pues es fácil la relación.

Su cuerpo debe de decir algo así como: «Si tengo mocos todo el tiempo, siempre estoy protegido contra todo esto».

Entonces, ¿es necesario lavarlo siempre los mocos?

No, claro que no.

Solamente es necesario lavar los mocos a los bebés y los niños cuando estos mocos les impiden estar cómodos. Es decir, cuando tú empiezas a ver que esos mocos están suponiendo un problema.

El bebé o el niño se fatiga un poco, está atascado, no duerme igual, no respira con normalidad, le cuesta un poco hablar o comer o le vemos incómodo o irritable.

¿Los mocos verdes no indican que necesita antibiótico?

No.

Este es uno de los mitos más extendidos.

Los mocos, todos, sean de virus o bacterias, tienen un proceso y pasan por varias fases.

Primero son como agua y muy fluidos, luego son un poco más espesos y amarillos y finalmente son verdosos y espesos para terminar volviendo a ser claros y fluidos y desaparecer o quedarse siempre con ese moquillo trasparente y como agua.

No tiene nada que ver y no indica la gravedad, lo único que si indica es la dificultad del niño para expulsarlos y estar cómodo.

¿Cómo le podemos ayudar a estar más cómodo si tiene muchos mocos?

Como veis, lo importante no es la idea de quitar los mocos, porque están cumpliendo su misión y no son malos en sí mismos, lo que sí que queremos es que el niño esté lo más cómodo posible y disminuyan las complicaciones.

Para ello podemos hacer varias cosas:

  • Humidificar el ambiente: poner trapos húmedos o tarros con agua en los radiadores será suficiente en invierno, ya que el ambiente se reseca mucho en las casas. También podemos poner directamente un humidificador, si tenemos.

 

  • Ofrecer muchos líquidos: todo el tiempo. Si es un bebé menor de 6 meses, lo más recomendable es ofrecer leche materna o artificial a demanda y siempre que nosotros lo consideremos.                                               No está recomendado dar agua, zumos o infusiones, ya que le llenan el estómago, pero no le aportan ninguna caloría.                                                                                                                                                                                         En mayores de 6 meses, lo mejor sigue siendo la leche materna o artificial a demanda, pero también se le puede ofrecer un poco de agua. En niños más mayores ofrécele líquidos continuamente, agua, zumos naturales y leche. Esto ayuda a fluidificar los mocos y expulsar antes los virus que hayan entrado al organismo.

 

  • Dejarle descansar: si el bebé o niño se encuentran con muchos mocos, decaído y con peor estado general, lo mejor es evitar llevarle al colegio o la guardería hasta que se encuentre mejor. Favoreciendo en casa la comodidad y el descanso.

 

  • Lavados nasales con suero fisiológico: sólo si de verdad consideramos que los mocos no son fluidos, en ese caso podemos introducir con una jeringa 2-3 ml de suero fisiológico por una fosa nasal y luego por la otra. Si es un bebé lo mejor será tumbado de lado e introducir el suero por el orificio contrario. Si es más grande, será suficiente con tenerlo sentado o de píe.

Recuerda, los mocos no son malos ni significa que el bebé o el niño esté enfermo, lo único importante es que se encuentre bien y cómodo y darle muchos mimos que sospechosamente ayudan bastante a disminuir las infecciones y los mocos.

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Sobre mí

Mi nombre es Irene. Soy Enfermera de Pediatría, Especialista en Lactancia Materna, formada en Acompañamiento en la Maternidad y Asesora de BLW y Crianza.

Para mí, la enfermería pediátrica no tiene sentido si no es cuidando y acompañando tanto al bebé como a sus papás. 

Estoy a tu lado, escuchando tus miedos, dificultades y deseos, validando y dando espacio. Te acompaño, para que tu familia no solo esté bien en el plano de la salud física, sino también emocional y mental. 

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